«Esto contamina…»

 

 

 

Hasta en lo más inservible hay algo útil, de entrada, el fortalecimiento con ello.

 

Esto contamina, aquello mata, nos están introduciendo veneno en el agua…¿Y?… ¿Nos vamos del planeta?… ¿dónde?

Os diré una cosa, es mayor veneno tener en mente estas ideas como una creencia por encima de nuestro potencial de solventarlas.

Entrar en la facilidad de que sea el otro el que cambie es la tendencia de la humanidad. Que cambie el que se equivoca. Ya… ¿y si libremente no quiere? Existen unas manifestaciones comunes, los eventos que nos pasan a todos tienen un cierto parecido. Están regidos por leyes elementales similares, para que no quedemos desfasados unos con otros. Vivimos en la misma percepción temporal, con pequeños márgenes de error asumibles. Se conserva así la consistencia lógica del mundo. Por ello si se manifiestan situaciones de peligro pueden ser solventadas. Es una ley de la materia, es imposible que aparezca algo que no sea un móvil de evolución.

Por lo tanto, vamos a aprovecharlo, que es lo que podemos hacer.

Y dependerá mucho de cada agresión. Por ejemplo, un contaminante de la agricultura o de las aguas, es tan contaminante como la tensión que nos produce pensar que estamos ingiriendo esto sin tener la opción de no hacerlo. Con el conocimiento del asunto puedes evitar una parte, por supuesto, pero no totalmente.

Entonces, ¿qué hacer si no puedes evitarlo? Hazte más fuerte.

El principio del fortalecimiento se basa en reconocer lo que somos capaces de hacer.

Hemos desarrollado nuestra materia física, nuestro cuerpo en su aspecto cantidad. Estamos hechos, o prácticamente hechos. ¿Qué nos queda? El desarrollo del aspecto “calidad”. Perfeccionar nuestros sistemas de transformación. Es solventar la adversidad en escalas físicas básicas… de esta manera generamos substancias capaces de optimizar cualquier gasto. El aprovechamiento de cada interacción, por ejemplo un alimento, es cada vez más refinado. De esta manera solventamos la entropía cotidiana, y no es adaptarnos al tóxico, si no aprovechar su existencia para algo más que quejarnos.

Posted by Meritxell Castells 26/1/2013

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