PROFECÍA O CÓDIGO. ESTAMOS PROGRAMADOS PARA AUTODESTRUIRNOS? 

El sentido del aprendizaje es conocer lo que ya sabemos.

A lo largo de la historia, los autoproclamados sabios dan por sentado que no nacemos con sabiduría para justificar además de la superioridad de un ser sobre otro, una educación absurda y aburrida que no solo mata la curiosidad de los niños, sino que ni siquiera es útil para la supervivencia. Generan una escisión constante en el saber natural fundamentando la estructura jerárquica de la sociedad, anclada como dogma aún viendo que la inercia a seguir haciendo lo mismo está destruyendo la vida en La Tierra. Y envuelta dentro del placer que supone lo conocido o esa referencia dogmática adoptada, gran parte de la sociedad cede, abandonando la responsabilidad de reconocer esa ley cruel, y  dejando de hacer lo que es justo solo porque estás recibiendo una orden.

Acaso estamos ante el vector de la autodestrucción creado en siglos de conducta?

Y si el Apocalipsis no fue una predicción sino una programación? Es fácil predecir lo que uno genera. Y esto se ha incrementado exponencialmente ahora… Los informativos ocultan la verdad, adormando las noticias con intención de generar más pánico. Incluso los medios alternativos, solo hablan de posibles catástrofes, muy pocos hacen énfasis a los avances que solucionan los conflictos, y casi ninguno da espacio al pensamiento crítico con respeto y sin límite. La mayoría de las noticias son suposiciones, algunas desorbitadas posibilidades de millones de años en el futuro. Qué sentido tiene esto? No es ni una noticia actual! El “código” catastrofista está por todas partes, y la gente lo recibe con los brazos abiertos, lo incrementa, le da énfasis. Por qué? Porque disfruta, es el placer de lo conocido, la identificación con la referencia que uno lleva dentro como una dirección a ejecutar (el código). Los medios de comunicación llenan el espacio del pensamiento y la imaginación de la gente con ello. Esto es programación.

En la Tierra hay miles de religiones, la mayoría hablan de un dios omnipotente que está por encima de todas las cosas. Una estructura de poder jerárquica salvadora como símbolo del bien, que además de idiotizar tergiversa completamente el concepto del universo.

La religión se ha entrelazado en todos los sistemas “de poder” aportando supuestamente el poder (capacidades) que dan por supuesto que no tienes, y es por eso que necesitas un dios, gobierno, médico, guru o lo que sea para “encontrar la iluminación”, “ir al cielo”, curarte, etc. sin darse cuenta que en ese acto es cuando están renunciando a ello pues renuncian su propia “luz” que es la sabiduría natural intrínseca que es cada ínfima substancia en este universo. Materia es leyes, lo que sabes hacer sin darte cuenta (latir el corazón, llevar oxígeno a tu cerebro, compensar la fuerza muscular, cambiar de posición mientras duermes…) son expresión del saber natural de tus células, moléculas, átomos. Tu cuerpo sabe química, física, matemáticas. Es ello manifestado en su expresión natural. La sabiduría es intrínseca, no es algo adquirido, por eso los demás reinos de la naturaleza tienen un sentido natural de conservación del medio. Está en el comportamiento, y es el fundamento de la supervivencia, algo que,  llevado a la sociedad, es el fundamento de la paz mundial. 

A la religión no le interesa el pensamiento crítico pues no está hecha para que pienses ni cuestiones. Imponen su ideología como un dogma que no admite críticas pues ello dificulta sus fines. Ha muerto mucha gente a lo largo de la historia por cuestionarlos.

La sociedad no está organizada para el reconocimiento de nuestra sabiduría natural. El código impuesto es el del conflicto como separatividad. La expresión correcta es el conflicto como expresión de riqueza, y es un reto para toda mente resolverlo. La Naturaleza ya lo hizo y es perfectamente visible.

Meritxell Castells, marzo 2023

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