El hardware de la comunicación

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El componente principal de una comunicación es un Ser Humano. Es el que emite y recibe…el que crea el canal, el que interpreta…
La información que recibimos pasa por nuestros «filtros» de recepción e interpretación, nuestro hardware. Para que esta información nos nos llegue lo más exacta posible, debe estar «bien hecho». ¿Por qué es importante? Porque afecta directamente a nuestra formación, al conocimiento, al desarrollo, y a la creatividad. Si nuestros sistemas están más perfeccionados vamos a llegar más lejos. De momento, lo que se ha puesto a prueba es la supervivencia, pero este ya debe ser un asunto que funcione sin tener que preocuparnos, para dedicarnos a expandir nuestras capacidades.

 

A nuestro hardware, no se le da la importancia que tiene… Pensad más en el cerebro, un órgano físico al que hemos de ir formando con la materia del entorno y con la acción práctica le damos el desarrollo, lo moldeamos según nuestra necesidad. Los sistemas de comunicación no se quedan aquí, pensad que todo nuestrol organismo está impregnado de actividad «eléctrica».

En el acto de recibir información, de entrada tenemos en cuenta dos aspectos, la cantidad de información que recibimos y la calidad de esa información.
La cantidad depende de lo receptivos que estemos. La información está ahí, en toda su completitud, y somos nosotros los que nos abrimos a recibir más o menos de ella, dependiendo de nuestros «prejuicios», que en el fondo se rigen por lo que estamos preparados para contener conscientemente, pues inconscientemente lo recibimos todo. Pensaréis por qué no nos enteramos… Porque tiene un «canal» específico y no es el del razonamiento. Es la conexión más elemental de la materia, transmitida por resonancia. Este último asunto os lo describiré con mayor detalle en otro post (muy pronto :-)).
La calidad de nuestros receptores de información nos harán recibirla con más o menos exactitud. Los errores en el aspecto cantidad nos da una información incompleta, en la calidad nos la da errónea. Cuando os hablo de receptores no me refiero solamente a los órganos de los sentidos, pero podéis entender el asunto por aquí. Si hay fallos visuales o auditivos, por ejemplo, la información llega distorsionada. Lo mismo pasa en el cerebro cuando la intentamos interpretar. Es por eso que hay cerebros-mentes más preparadas para entender lo abstracto, o el lenguaje musical. Algunas les es más fácil ver lo global que lo individual o viceversa… El hardware no se limita a los sentidos, es toda nuestra materia.

Si seguimos un orden natural en nuestra evolución, desde la mente ahora recibimos la información incompleta, pues la substancia mental se está formando. Sería como interpretar un lenguaje más primitivo o con menos palabras, y con las que intentamos deducir la idea.

Cuando el orden natural del cuerpo, nuestro hardware, se pierde, la información se ve afectada en su aspecto calidad y puede ser errónea, dependiendo del grado de «desorden» de ese hardware.

Cuando os hablo de hardware, aunque tengáis el concepto muy claro, hay que aplicarlo a la vida… Y son asuntos que iréis verificando cuando los percibáis vivencialmente. Es sencillo, pues solo se trata de la diferenciada estructura de nuestros tejidos. El secreto de una identidad está en la forma, la máxima información en la mínima expresión. Nuestra forma no se limita al límite físico, también son límites las diferentes expresiones de materia organizada como puede ser un órgano, o una célula.
Nuestro cuerpo físico se forma a partir de la información que recibimos del entorno, principalmente todo lo que concierne al mantenimiento de los órganos, la alimentación, el agua, etc. Hay un dicho popular que dice «de lo que se come se cría». La materia que usamos para formarnos es la que aportamos, por eso es importante alimentarnos de manera afín a nuestras necesidades evolutivas, que son independientes en cada individuo.

Así pues, si queremos percibir la información tal y como es, debemos preparar nuestro hardware para ello. A este asunto no se le da mucha importancia…y la tiene. Nuestra materia se va formando a lo largo de los años. El material físico es solo el material, y como en cualquier construcción es importante que sea de calidad. Pero quien gestiona este material, tiene que hacerlo adecuadamente…como un empresario con su empresa. Saberlo entrar en el cuerpo (absorber), transformarlo y extraer la máxima información.
Si nuestros órganos están preparados para extraer el máximo de energía-nutrientes-información, nosotros también lo estaremos desde nuestro sistema sensitivo. En el fondo somos un ecosistema, crecemos juntos.

La emisión de información es otra parte de la comunicación. Inconscientemente es completa y constante, como una antena que emite una frecuencia de radio, en este caso de nuestra identidad. Cuando queremos emitir una información concreta de manera consciente, lo hacemos desde la voluntad, y la calidad de la información dependerá del grado de conciencia del individuo. Es como hablar con conciencia de causa…que aprovecha y llena todos los espacios, expandiéndose la calidad como aspecto cantidad.

Sea emisión o recepción la importancia del asunto está en la calidad de nuestro hardware, que cada vez está más fuera de su orden biológico por las numerosas substancias tóxicas que recibimos del entorno y la deficiencia de la conciencia en los sistemas que permite eliminarlas.

Necesitamos una materia de calidad para realizar los primeros desarrollos de la conciencia… Un mínimo de capacidad que transforme, aunque sea una minúscula parte, y que nos permite avanzar un paso…que genera otro paso…y otro…
El hardware adecuado nos permite darnos cuenta de nuestro entorno y de nosotros mismos con una perspectiva más amplia. La auto-conciencia es una opción en la evolución si queremos avanzar en una linea libre… Y libertad es creatividad.

La mirada tenemos que dirigirla hacia dentro, individualmente, pues no hay normas generales específicas en el individuo. Nuestras características cada vez más individuales nos exigen escucharnos, pues solo nosotros mismos podemos entender el lenguaje de nuestras necesidades. Nuestro cuerpo físico es el vehículo de cualquier desarrollo más allá de él, pero no va solo. La iniciativa ha de venir desde nuestra voluntad cognitiva…la mente, y la materia solo la sigue jugando con el material que le disponemos. Es un equipo 🙂

 

Meritxell Castells 23/12/2013

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