Emprendedores del pensamiento

mentePensar se ha atribuido a poner las cuestiones en una balanza y valorar la más adecuada. El concepto define esta acción, aunque en el fondo, lo que describe es una manera de llegar a la información que nos interesa.
El objetivo puede ser tomar una decisión, saber cómo llegar a la opción que hemos escogido, entender cualquier cuestión…
El desarrollo de la mente nos acostumbra básicamente a una manera de llegar a una información, pero existen muchas más y además otras que trascienden la mente. La percepción se abre en un campo extenso donde el representante es uno mismo.

Nuestro nexo con el mundo es la interacción, y es ahí donde aplicamos el arte de desarrollarnos a nosotros mismos, conociendo todas las maneras de llegar a la información existentes, y crear las nuestras propias. Que no se escape nada es el objetivo, y eso solo depende de nuestra percepción.
La evolución nos adentra en una sensitividad exquisita al entorno. La comunicación se amplía a niveles donde podemos llegar al sentido de lo que pongamos en el punto de mira.

Empecemos por lo que ya conocemos, el pensamiento secuencial. La mejor manera es hacer conciencia de cómo piensas, y esto se hace observando nuestra acción de pensar….algo que no es muy habitual, por la costumbre de hacer cualquier acción desde la inercia. La autenticidad empieza por dar sentido a todo lo que piensas, haces, dices… Dar sentido es ubicar, es justificar tu acción dentro de tu historia. Para desarrollarnos, todo tiene que estar claro.
El pensamiento en secuencia es una conexión de ideas atraídas unas y otras por un efecto de tensión, que puede ser mínimo si el asunto está claro, y máximo si no se entiende nada. Esto se ve más claro en el conjunto pregunta-respuesta. La pregunta crea una especie de vacío que clama la respuesta…es la química abarcando cualquier nivel, y si eres consciente del momento, ves lo que necesitas ver. La riqueza en cuanto a maneras de llegar a una información te adentra a no perderte nada, pues aunque la información tiene su grado de complejidad y puedes llegar a lo más básico desde cualquier forma de llegar, hay información que requiere otras maneras de hacerlo. La inmediatez es otra…conecta sin secuencia. Para entenderla, os explico otro aspecto de la secuencialidad. Esa tensión del entender, es un reflejo de dos estados conjuntos. El de atracción y repulsión. Atracción es por el estado de familiaridad que sentimos con todas las cosas existentes desde nuestra materia viva. Repulsión es el resultado de aprender a definir lo que eres mediante el reconocimiento de lo que no eres. Es el definir, que se fundamenta en el acto de diferenciar. Así pues esta atracción-repulsión no es más que la lucha por entender (en-tensión), algo que solo pasa dentro de uno mismo.
Ahora imaginad que desaparece esta tensión, que al haber más conocimiento todo está más ubicado y no hay resistencia. Llegar a la información sería inmediato.

El entender puede ser algo eterno o inmediato, porque las condiciones te permiten llegar ya.
La barrera no consiste en querer llegar antes o no, o querer conocer o no. Es la sostenibilidad de lo que estamos conociendo. Todo tiene que estar claro, ubicado. Es por eso, que a mayor conciencia, la curva del tiempo en el entender desaparece.

A nivel práctico, la capacidad se refleja en la rapidez de nuestros cambios, que además puede valorarse y potenciar a través de la interconexión de nuestros hemisferios cerebrales. El hemisferio derecho es el creativo y el izquierdo el racional. Hasta ahí bien. Simbolizan dos maneras de percibir. Pero lo que se contempla muy poco es el paso entre uno y otro, la rapidez con la que nos adaptamos a pasar de un estado creativo al racional.
La rapidez con la que cambiamos de uno a otro, habla de nuestra capacidad de sostener los contrarios, y como la estructura del pensamiento a la que nos han educado es más racional, el conflicto existe en el momento en que tenemos que pasar al creativo…y volver. Como cualquier desarrollo, el secreto está en la acción, pero no se fomentan prácticas para ello. Os explico una muy sencilla. La idea es pasar del creativo al racional y viceversa. Nos ponemos a cantar y pasamos radicalmente a hacer operaciones matemáticas, una y otra vez, pasando de una acción a otra y viceversa. Podemos decir a alguien que nos vaya marcando el Tiempo para que nos coja por sorpresa. Pueden ser unos minutos, o unos segundos. La idea es que estemos bien metidos en la acción.

Y ahora vayamos a la manera directa de llegar a una información. No hay pensamiento en secuencia, no hay tiempo entre pregunta y respuesta. Es inmediato. Comprender esto entra en las bases de lo que yo llamo la mente cuántica. Y os matizo que hablar de mente no es referente exclusivo del cerebro. El sistema nervioso se extiende por todo el cuerpo, aporta el elemento sensitivo de la percepción.
Cuando tienes en cuenta que hay infinitas posibilidades y que cualquiera es igual de válida como información, desaparece casi completamente la tensión del entender. Todo está claro porque todo es posible. Solo permanece una pequeña tensión al traer la cuestión al tiempo común, donde vivimos todos, es cuando debemos encajarla en un momento del tiempo…que es el tiempo de todos. Esto os parecerá quizá abstracto de entender, pero la idea es que no todos vivimos de la misma manera ese «entender» que os he explicado. Estamos en el mismo tiempo porque hay unos márgenes que nos permiten estar todos juntos, pero en realidad si os fijáis, percibimos el tiempo cada uno de manera diferente. Entonces, una información será más válida para uno que para otro.
Encontrar puntos comunes depende ahora de nuestras igualdades. Vamos avanzando hacia la expresión de nuestras diferencias, sostenidas en una identidad de manera armónica…estamos en ello. Las decisiones de lo que es más adecuado va a ser complejo durante un tiempo, hasta que la gran mayoría desarrolle la capacidad de cambio, una virtud cada vez más necesaria para todo.
La inmediatez es fruto de la integración en la comprensión. Es la conciencia de nuestros sistemas perceptivos que solo reconocen la potencialidad de lo que tenemos delante, pues como existencia todo tiene el mismo valor. Es una fusión con el resultado, con la respuesta pues sabes que la respuesta exacta, el encaje perfecto existe. Como existe, lo encuentras porque todo ese camino que no es más que tiempo…la lucha interna por la integración de eso que tienes delante, queda neutralizado.

A partir de estas bases, podemos innovar. Aún así, es una historia que queda dentro de uno mismo.

Escrito por Meritell Castells 28/11/2013

Si quieres saber más sobre le matiz tiempo, puedes leer también:

«QUÉ ES EL TIEMPO?» de Meritxell Castells

 

 

 

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