Evolución en el Marketing, de la emoción a la inteligencia

Meritxell Castells 25 gener 2015

 

Meritxell Castells
Escritora Epistemóloga
Investigación en Desarrollo Humano

 

 

 

 

– Deseo o inteligencia… ¿Esa es la cuestión?
No digo nada nuevo. Estamos aquí desde hace bastante tiempo, el mundo del comercio trascendió de la necesidad vital a la necesidad emotiva. La mental todavía no se contempla en masa.

– ¿Evolución?
El deseo avanzó por encima de la necesidad instintiva como un medio para seguir intercambiando con el entorno. Luego la inteligencia era necesaria para conseguir los deseos… Así nos pusimos en marcha, desarrollamos la emoción y ahora estamos batallando con la inteligencia. Un producto es un instrumento de desarrollo.

– Es evidente que necesitamos un cambio. ¿Alguna propuesta?
En estos momentos mi propuesta es pasar de la competencia por ofrecer al mundo «lo mejor de lo mismo”, a un mercado basado en la diversidad.

– Habla de competencia emotiva… ¿Qué significa?
Destacar, el deseo por ser el mejor (de la especie). Es el tipo de competencia que asegura la supervivencia. La Naturaleza es así, lo vemos en las flores, y en los animales. Sacando lo mejor de ti, tienes más posibilidades de aparearte y por lo tanto sobrevivir. En el ecosistema social, lo mismo. Aparecen los mercados para favorecer este «arte», y el deseo detrás, incentivando a que esto ocurra. El problema es que una dinámica no es eterna, pues estamos más que vivos, evolucionamos y requerimos trascender estos estados. La persistencia corrompe cualquier sistema. Hemos evolucionado en la cantidad, y ahora necesitamos ir hacia nuevos desarrollos.

– Pero la emoción nos ayuda a crecer, nos impulsa.
Por supuesto, es como un “spin”, un impulso que activa la voluntad de buscar, de existir como algo. La emoción es la chispa que enciende motores, el tema es que la sociedad quiere todavía funcionar con los mismos “motores”, cuando podemos pasar a llevar “hardwares” más modernos.

– ¿»Hardwares máquina»?
Esa es otra de las absurdas ideas inculcadas a la sociedad. La maquinación como continuidad de nuestros sistemas es un fracaso. Nunca una máquina podrá evolucionar más allá de la previsibilidad, pues no tiene voluntad ni necesidad de sobrevivir. El impulso del desarrollo más allá de lo previsible es exclusivamente Humano.

– La competencia nos hace ser mejores…
Sí, y de hecho es la forma que adopta la competencia la que determina dónde estamos. La forma cambia en el tiempo, a diferencia de la esencia que permanece. El sistema actual requiere pasar de la competencia entre empresas que quieren destacar todas en lo mismo, a la competencia con uno mismo por ser exclusivo en algo. Imagina, cada empresa inmersa en su creatividad siendo expansión de su propia identidad. El paso de la cantidad a la calidad fomenta la creatividad. De hecho, sin creatividad no es posible.

– ¿En qué se fundamenta la creatividad?
En el propio individuo, cada creación es como una prolongación de la propia identidad. Es lo que hemos visto siempre en el arte, cada artista en su autenticidad, es exclusivo. Es una identidad única y diferenciada que aporta algo único al mundo. Hasta ahora el arte ha sido asunto de unos pocos. A partir de aquí podemos preguntarnos si una multiplicidad de artistas/creadores sostendría la economía o acabaría con ella. En mi opinión es sostenible. En el desarrollo siempre es un lugar donde vamos a encontrar la solución.

– Entonces, ¿la competencia por ser exclusivo no es otra forma de competencia?
Es competencia sana, porque es con uno mismo. Ahí es donde está el progreso ahora. Desarrollo de la creatividad, honestidad, conciencia…

– Pero siempre habrá muchos que compiten por tener la idea maestra.
Siempre no. Para eso está el Tiempo, para poner límites a la eternidad. Estamos evolucionado, en el momento que empezamos a salir del rebaño no repites, pues lo que generas sale de ti mismo. El problema es que hay muy poca expresión creativa. No se conoce todavía el imaginario de lo que supondría una sociedad entera así. Si algo sale de ti mismo, es exclusivo. Solo tienes que centrarte en crear, no en copiar.

– No acabo de entenderlo…
La creatividad es algo que nace de uno mismo. Las personas no somos iguales, incluso dos gemelos aparentemente idénticos tienen alguna diferencia. Si creas a partir de lo que eres, no harás nada que haya hecho otro. Si cuesta ver es precisamente por la falta de estas cualidades, pues son asuntos de nuevas sociedades. Además la educación, por ejemplo, no lo contempla, ni tan solo es considerado el aspecto evolutivo, ni dentro ni fuera de la previsibilidad. Los sistemas educativos son “manuales” comunes para todos, no hay una educación que enseñe al individuo a pensar por sí mismo. La diversidad es sostenible, y tenemos un ejemplo de millones de años, la Naturaleza. Ahora hemos de darle la forma que corresponde a un ecosistema social de individuos, pensadores independientes viviendo en simbiosis. Una sociedad inteligente.

– ¿Qué es el marketing emotivo?
Es el actual sistema, donde las empresas sólo les preocupa enriquecerse siendo la que más vende, y vuelvo a insistir, con lo mismo. Es la competencia de una etapa «rebaño» todavía existente.

– ¿Y el resultado?
Un mercado aburrido, donde todo es lo mismo, donde se van repitiendo las mismas modas una y otra vez. Un ejemplo claro puedes verlo cuando vas al típico centro comercial, de tienda en tienda y prácticamente todo es igual siempre. Solo destaca la firma que nace de auténticos creadores.

– Pero algo hemos evolucionado…
Sí, en la tecnología principalmente y poco, comparado con el potencial que tenemos.  La tendencia es funcional (máquina), dejando a un lado aspectos que tienen que ver con el desarrollo creativo. Arte, Belleza, Filosofía… Son palabras que aportan verdadera inteligencia a una sociedad que se limita en la maquinación. En lugares como Japón pueden verse smartphones de diferentes colores e incluso de diferentes tonalidades. Los detalles tanto de hardware y software ya son cambios, aunque lo que determina el progreso es la intención de la empresa (desarrollo propio o desarrollo de todos).

– ¿Verdadera inteligencia?
Sí. El progreso que excluye la creatividad es algo limitado. La verdadera inteligencia entra en el “qué” y en el “porqué”. Tenemos dos hemisferios cerebrales.

– Pero el mercado va en función de la demanda…
Actualmente la creatividad a los fabricantes les importa poco, pues tampoco existe como algo común en la sociedad. No es importante para la mayoría la forma, color y los aspectos que fomentan la expresión de belleza, arte, etc. No son valores importantes para el mercado actual, que solo piensa en vender en cantidad.

– Cantidad y calidad, ¿es compatible?
En cuanto a la cantidad, si algo se expresa en exceso, en otra parte habrá carencia. Desde el valor de la “justa mesura”, cantidad y calidad son compatibles. Hay mucho excedente “igual” debido a la masiva fabricación de productos, recursos desperdiciados que podrían ser diversidad, generando un aumento de posibilidades de elegir, de combinarnos, de experimentar. Lo necesitamos, necesitamos ya respirar en estos campos. Como sociedad vamos tirando, como individuos estamos enfermos, pues la calidad de vida se extiende en el talento creativo.

– ¿Cómo?
Hay que pensar en términos de ecosistema para entender esto. No es ecologismo, es inteligencia. La idea es simple, vivimos en equipo, en un planeta que somos diferentes reinos. El mineral por ejemplo es recurso limitado. Si nos pasamos por un lado, otro recibe. Actuar inteligentemente es tener en cuenta todo. Una empresa no solo ha de mirar por su beneficio a corto plazo a costa de lo que sea. Eso ni los animales lo hacen, pues tienen ese sentido de ecosistema, no consciente como lo podemos tener nosotros pero está.

– ¿Reinos?
Sí, es un punto de vista más amplio. Un smartphone es una expresión elaborada del reino mineral, fruto de nuestra interacción con él. Otro ejemplo son las armas, una interacción poco constructiva.

– Y el marketing inteligente… ¿Es pensar en términos de calidad?
Es evolución. Si apostamos por la diversidad tendremos que ser creativos. El usuario está cansado de lo mismo y el vendedor cada vez necesita técnicas más rebuscadas para llegar al cliente. La solución es sencilla, siempre es la que mira por la evolución de todos. La calidad no es solo la del producto, también ha de mirar por la vida del creador y la del usuario. Su desarrollo, que genera un sistema cada vez más sostenible, necesario para nuevos retos evolutivos. Si, estamos entrando en un terreno nuevo hasta ahora, que no se ha contemplado porque los esfuerzos se han dedicado a otros desarrollos poco simbióticos, y que estamos viendo el resultado en un trágico fin. De momento todavía aguanta pero ya poco le queda.

– ¿Qué busca la acción inteligente?
La evolución de todos los implicados en esta historia: El fabricante ya no es tan fabricante, sino creador, que además del producto desarrolla su propio talento y que expande en su creación a beneficio del cliente. Y por supuesto el reino mineral que se “expone” con más Belleza, Arte e “inteligencia”.

– ¿Un mercado diverso es rentable?
La diversidad es la expresión sostenible en el desarrollo. Donde estamos ahora de sostenible nada, y lo hemos comprobado. Ir hacia la «máquina» excluye el desarrollo real de lo Humano. Ya no es cuestión de lo aburridos que estamos ni de la sed de nuevas aventuras en la evolución. La creatividad está en nuestro “hardware” esperando a ser potenciada, y es el camino de la supervivencia. Un producto de mercado es una herramienta para hacerlo, y supone un cambio importante en el marketing. Vender diversidad es una puerta abierta al conocimiento del individuo, a la esencia de una identidad (necesario en el Branding) y a la evolución. Comprendo que las empresas tengan miedo a perder, el cambio no es algo que entra en las posibilidades cuando hay miedo, fruto de la persistencia en la conducta emocional. En una sociedad creativa e inteligente el desarrollo es bienvenido siempre.

– Eso suena a Utopía
Para nada, solo hay que parar la inercia de la conducta competitiva y atreverse con valores más estables. La manera de avanzar en equipo con desarrollo es simbiótica,

– ¿Y la simbiosis es diversidad?
Observa la Naturaleza, es la “empresa” más antigua que existe. Una ciudad o cualquier identidad social es otra forma de ecosistema. De una manera o de otra, la constante es el grupo, Mientras seamos un equipo, la palabra que define la interacción estable y duradera es simbiosis. La diversidad es compatible con el progreso como llevamos millones de años comprobando. La Naturaleza presentó su talento para la supervivencia. Ahora nosotros, evolucionando en ecosistemas sociales, lo desarrollamos con otras formas, potenciando la interacción como identidades diferenciadas que somos. Las diferencias generan riqueza de intercambios y esto es progreso.

Meritxell Castells 23/2/2015

MÁS INFORMACIÓN: VER PROFUNDIZACIÓN DEL TEMA A MODO DE PRESENTACIÓN

 

 

 

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