El acto de clonar, al no tratarse de algo que realice por si solo cualquier unidad biológica, ha de ser inducido. La naturaleza no encuentra sentido hacer dos cosas idénticas, a no ser que quiera incluir otra variable en su expresión, la cual no tenemos en cuenta en la substancia vida.
Entramos en la no previsibilidad… y de manera contundente, con el sometimiento de la vida ante el poder de la posibilidad de jugar con ella. En estos límites es donde encontramos esas singularidades que nos permiten entrar en conceptos que nunca nos habíamos planteado. Conocemos que todo lo que se expresa obedece a un patrón, unas leyes… Hay un orden en la materia que parte de lo estable para conservar la vida. Entrar en el margen, nos permite conectar con un campo de experimentación el cual no imaginábamos. Vemos que las leyes también se estiran, hasta llegar a rozar el límite de otros patrones, o incluso de los no-patrones. Esto de entrada nos parece fuera de lugar, pero está pasando, y el enfoque que podemos dar en estos momentos es el de la probabilidad de su existencia. Es el punto de entrada, pues siempre hay algo más el cual no teníamos en cuenta.
¿Entramos? No es más que una interacción más, en este caso con una idea. Salir de lo previsible es encontrarse con la substancia libre. En la mente, son las maneras de pensar y no la mente en sí… En la célula son las maneras de vivir y no lo que conocemos como la vida en sí. La clonación es una manera no-previsible de seguir existiendo, aplicada desde la previsibilidad, por ello hasta ahora ha fracasado en el tiempo. Se pretende sostener en la estructura de la vida, y esta ya está ocupada. Lo no previsible en este caso parte de algo previsible, algo que ya tiene su tejido. Si seguimos tejiendo, en este caso libremente, hemos de añadir otra variable… Lo que parte de la vida respeta la vida, su origen, que es parte de una estructura. Evidentemente que la libertad es la libertad, y realmente se manifiesta con solidez cuando se tiene en cuenta este asunto.
Estas opciones se manifiestan cuando manifestamos una integración, al evolucionar. Y se expresa en cualquier unidad biológica, sea célula o un organismo completo. Lo previsible se completa y buscamos más. Lo que está sucediendo es más un acto de poder, de sometimiento, de ahí el fracaso.
Se intenta crear vida sin el componente principal, un tejido donde ubicarla. La parte constructiva es que a partir de ver lo que falta se verá lo que existe, y que no se tenía en cuenta. ¿Cuánto tiempo ha de pasar? La evidencia está ahí, solo falta valorar lo que hasta ahora no se ha valorado. Aunque entonces se dejará de lado la clonación, para pasar a favorecer el orden natural de las cosas, y completarlo. Estamos en momentos de aprender sobre el poder, estos asuntos son una expresión más, aunque con una ligera variable, que nos habla de dónde estamos. Entre personas, el sometimiento es voluntario, y en cierta manera es ordenado. Tratar con unidades de existencia menores, una célula, átomos, moléculas, es tratar con sus leyes, pues son un eslabón de la estructura elemental, no ajeno a una estructura mayor. Si jugamos para aprender, juguemos. Es parte del margen, que hay que saber trabajar justamente. Y cuando se ha integrado este aprendizaje, saber dejarlo, pues continuar es llegar a estos extremos.
Posted by Meritxell Castells 30/5/2013
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