LA COMUNICACIÓN CONSCIENTE CON LA NATURALEZA

Podemos comunicarnos con las plantas? Cómo sucede una comunicación natural y una comunicación consciente? Meritxell Castells nos lo explica en Integrityregenerate
Meritxell Castells in Iceland

Mi descubrimiento parte de una visión diferente a la visión actual de ver enemigos, y no interpretar la simplicidad de lo que no es relevante en un momento dado. En la Naturaleza cada momento es único. Cada tiempo es información diferenciada solar, y eso en la práctica se traduce como «ahora es esto y más tarde lo otro». Para entender la naturaleza hay que pensar en colectivo, saber que la conexión existe seamos conscientes o no. Descubrí la manera de hacerlo consciente convirtiéndolo en un método de comunicación, aprendizaje y cura.
La Naturaleza muestra su información clara, evidente, pura (sin ruidos). La comunicación es por afinidad, ese es el secreto, un estado de autosinceridad impecable. Llevado a la práctica a partir de protocolos como hacemos en ciencia, con la diferencia de partir de la idea, el concepto más simplista, pues la idea es el estado fundamental de algo y es así la comunicación en la naturaleza. Tras la comunicación hay un sistema eléctrico (neurológico), que en su expresión sencilla son los binarios, 0-1, respuesta o no respuesta. Esto se usa en técnicas de testaje como la kinesiología, el péndulo o las varillas del zahorí. Solo son maneras de verificar lo que el propio cuerpo percibe, y que viene de la comunicación natural con el colectivo Naturaleza que somos. Con esto quiero decir que la comunicación es mucho más amplia de lo que parece. Es más, es la comunicación más completa que existe, la que comunica la totalidad de la información. A partir de aquí nuestra tarea es interpretarla y encontrar maneras de llevarla al plano de la definición.
El  Universo es inteligente. Inteligencia es comunicación. Hay un sentido en nuestra interacción con el reino vegetal, y este nos lo revela en la búsqueda constante del equilibrio, de la supervivencia y evolución. Tras la comunicación con la Naturaleza hay el principio inteligente de la electricidad, que la ciencia empieza a revelar en base al estudio de los espacios vacíos del universo y del plasma. La Naturaleza muestra su secreto cada vez que nace, desplazando la tierra con un delicado brote sin romperse, distribuyendo sus tallos y hojas de manera perfecta para la mayor percepción del Sol. Lo muestra en el orden natural, en su organizada química interna, la proporción áurea. La verdadera belleza es inteligencia.
Esta inteligencia eléctrica ha sido definida en clave teológica como los Ángeles. En este siglo descubriremos lo que es desde el rigor científico.
La clave para usar cualquier método de verificación correcto es el modo en que se enfoca. La visión separatista ve enemigos por todas partes, y la naturaleza, el planeta es un ser vivo en su totalidad donde todo hace su función de supervivencia, autorregulación y desarrollo.
Las plantas reaccionan ante «lo que es» con una reacción energética, que se traduce a un incremento de su vitalidad, pues «lo que es» tiende a la mínima entropía. Entonces se genera una reacción que es mayor o menor dependiendo del acercamiento a la exactitud del concepto testado. Si te acercas al máximo a la idea, la respuesta es total. La reacción a los estímulos han sido analizados en múltiples ocasiones, pero no vistos como una comunicación sumamente inteligente. Si te comunicas con una planta o un árbol de manera aislada puedes ver en su respuesta la comunicación más primaria, como siente una planta, lo que es más importante para ella. Pero también comunicarte con la inteligencia de especie que hay detrás. La actitud y la dirección del observador genera una comunicación más o menos completa.
Entre los métodos de verífica y comunicación que uso para comunicarme con la naturaleza, está el test muscular usado en kinesiología, con una perspectiva más amplia, yendo más allá de la simplicidad de la respuesta binaria, pues la inteligencia es mucho más que eso. Es importante dejar a un lado la estructura de pensamiento dualizada actual de buscar y valorar un elemento de la naturaleza como enemigo. Si te quedas ahí, solo te comunicas en binario. La verdad va más allá de ello. La interpretación kinesiológica clásica se basa en la existencia de un estrés, una manera de rechazo a lo que «no es». Desde mis descubrimientos he visto que no es rechazo, no es una actitud puramente emocional, pues las plantas carecen de emociones, pues la substancia sensible (emocional, miedos, pasiones…) es la constante del reino animal. Las plantas sienten, una percepción completa y exacta de lo que es. La emoción no es exactitud, sino lo contrario, es una reacción sin mesura.
La respuesta «es» o «no es», y no hay estrés, solo una falta de reconocimiento de la verdad, es mucho más simple. En el cuerpo humano podemos verla además de en una reacción muscular, en la pupila, en el pulso, en el campo eléctrico y en otras que irán siendo medibles con instrumentos científicos.
También podemos representarla haciendo un esquema, o un dibujo, o con un texto dialéctico. La finalidad es representar nuestra comunicación con ellas que hacemos desde nuestro cuerpo en su representación «planta» como parte del colectivo, algo que existe de manera natural entre todos los seres de un ecosistema, y que los Humanos tenemos la opción de hacer consciente.
Aprender a comunicarnos con la naturaleza es algo que sólo requiere pureza, autosinceridad, el estado afín con ella. Sin ruidos, llegas a todo.

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©.Meritxell Castells
16 julio 2020

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